¿Por qué a veces no huelo las velas?

¿Por qué a veces no huelo las velas?

En uno de mis talleres de velas, una alumna se me acercó y me dijo algo que se me quedó grabado:

“Laura, hay días que casi no siento el aroma de las velas. Como si no oliera nada… ¿eso es normal?”

Sí. Es más común de lo que creemos.
Y no se trata del producto, ni del aroma, ni de la intensidad de la vela. Se trata de algo mucho más profundo: de cómo está nuestro mundo interno.

¿Sabías que el estrés puede afectar tu sentido del olfato?

El olfato está directamente conectado al sistema límbico, la parte del cerebro donde habitan las emociones, la memoria y los estados de ánimo.

Eso significa que cuando estamos estresadas, tristes o agotadas emocionalmente, nuestra percepción de los aromas puede disminuir. No porque el aroma no esté… sino porque nosotras no estamos del todo presentes.
¿Por qué no huelo la vela si siempre huele delicioso?

Estos son algunos factores que afectan el olfato en momentos de ansiedad o baja energía:
• Altos niveles de cortisol (la hormona del estrés) que disminuyen la sensibilidad olfativa.
• Respiración superficial típica de los estados ansiosos, que impide que el aroma llegue bien al cerebro.
• Desconexión emocional que hace que nuestro cuerpo entre en “modo supervivencia”, apagando ciertos sentidos.

Y esto tiene mucho sentido: si estoy emocionalmente saturada, mi cuerpo no va a priorizar percibir el aroma a vainilla, canela o lavanda. Va a tratar de protegerme, y a veces eso implica desconectarme de los placeres sensoriales.
Las velas son más que aroma: son una herramienta de conexión emocional

En Ossa siempre he creído que una vela no solo es decoración ni ambientador.
Es una forma de pausar, de ritualizar, de volver a mí.

Por eso, cuando no logro oler mi vela favorita, en lugar de preocuparme, ahora me detengo y me pregunto:

“¿Estoy aquí de verdad? ¿Me fui de mí por el cansancio, el miedo, la prisa?”

Porque a veces, no es que la vela huela menos, es que yo necesito volver a mí antes de poder sentir.
¿Qué hacer si no sientes el aroma de tu vela?

Un pequeño ritual puede ayudarte a reconectar:
1. Enciende la vela y quédate en silencio unos segundos.
2. Cierra los ojos y toca la base con tus manos.
3. Inhala por la nariz, lento, sin expectativas.
4. Decirte con amor: “Estoy aquí. Estoy a salvo. Estoy volviendo a mí.”

Repite cuando lo necesites.
No se trata de forzar el aroma.
Se trata de dejarte oler desde el alma.
A veces creemos que algo está mal si no funciona como siempre.
Pero el cuerpo no falla, el cuerpo habla.

Gracias a esa alumna por su pregunta. Gracias a todas las que se animan a sentir, a preguntar, a dejarse sostener por una vela cuando la vida se siente pesada.

Desde Ossa, te invito a hacer de cada aroma un reencuentro.
Y si un día no huele igual… quizá es tu alma pidiendo volver a casa.

Gracias por visitarme,
Un abrazo fuerte,
Laura

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