(Y por eso mis velas navideñas y otoñales empiezan a gestarse en julio).
A veces me preguntan por qué comienzo a preparar la colección otoñal y los rituales navideños desde tan temprano, incluso desde julio.
¿Por qué hacerlo con tanta anticipación si aún no es diciembre? ¿Por qué hablar de otoño si en Costa Rica ni siquiera vivimos las estaciones marcadas?
Y siempre vuelvo a la misma respuesta: la energía con la que se crea, se queda.
Como dice el Dr. Manuel Sansegarra, todo lo que hacemos deja una huella energética.
No se trata solo de cómo se ve una vela o a qué huele.
Se trata de con qué emoción fue creada.
Porque el cuerpo lo siente, el alma lo percibe, y esa vibración queda en cada espacio donde llega.
Yo lo creo profundamente:
Lo que se hace con prisa, desde el estrés o el agobio… lleva esa misma energía.
Y no quiero eso en tus manos, ni en tu hogar, ni un regalo que entregues.
Por eso diseño cada vela artesanal y Ossa Wax Melsts, con tiempo, con pausa, con intención.
Para que cada mezcla de Ossa Wax esté cargada de lo que quiero compartirte de verdad:
Calma,
Presencia
Gratitud.
La colección otoñal de Ossa Wax nace con el deseo de soltar, de renovar, de abrir espacio a lo nuevo.
Y la colección navideña, con esa necesidad profunda de volver a lo esencial:
el calor del hogar, el abrazo, la memoria, la luz interior que no se apaga.
No es solo una vela.
Es un ritual energético, emocional y artesanal.
Una pausa que huele a canela, clavo, vainilla y naranja.
Un recordatorio de que puedes frenar, respirar y volver a ti.
Por eso tantas mujeres eligen Ossa Wax cada temporada.
Porque saben que no están comprando solo un producto.
Están eligiendo una energía distinta, una vibración suave, amorosa, viva.
La misma que cultivo mientras creo.
Y eso, aunque no se vea, se siente. Y se queda contigo.
Gracias por visitarme,
Un abrazo enorme, Laura